‘Borrachitos’, uno de los preferidos de Confitería Rufino

A menudo, el bocado más pequeño y testimonial es el que nos cautiva, el que recordamos con más cariño y que deseamos volver a probar. En Confitería Rufino sabemos que el tamaño no es lo más importante. Como reza nuestro refrán particular, que define a la perfección nuestra filosofía, desde 1875:

“Podrán decir que nuestros pasteles son pequeños, que son caros, pero nunca podrán decir que no están buenos”.

Rafael Rufino (fundador de Confitería Rufino)

Es por eso que nuestros particulares ‘borrachitos’ son unos de los pasteles más queridos y demandados de siempre. Tanto en su tamaño habitual como en las cajas de pasteles pequeños, este bizcocho fino ‘bien borracho’ en almíbar es de los primeros en terminarse. Y cuenta con legión de seguidores que lo buscan y reconocen fácilmente entre nuestra amplia variedad de pasteles artesanos.

Su receta es bien sencilla: un bizcocho especial elaborado sólo para este pastel enrollado sobre sí mismo y bien empapado en almíbar, un bocado exquisito, que suele manchar los dedos y así, de camino, tenemos excusa para chupárnoslos, ¿verdad?

Curiosamente, en Confitería Rufino este pastel tiene un nombre muy particular. Y es que la tradición popular los ha bautizado de forma oficiosa como los ‘Vivaporub’, en referencia al remedio para resfriados y problemas respiratorios tan extendido durante generaciones.

Uno de nuestros clientes comentó una vez al comerlo que, al comerlo, «se evapora como el Vicks Vaporub». Esto fue suficiente para que la adjudicasen este curioso sobrenombre que ahora, nuestras compañeras de atención al público, deben tener en cuenta cuando algún cliente o clienta lo menciona, para saber que nos está pidiendo nuestros bizcochos borrachos.